La onírica
Asturias Mexicana

Una historia sobre migración, ilusiones y música

L

os migrantes asturianos creyeron que en México reproducían sus costumbres, pero lo que en realidad reprodujeron fueron sus sueños. Yo represento los sueños de mi abuela y narro nuestra historia a través de viajes, tecnología, anécdotas de migrantes, dibujos, sensaciones, flujos digitales, música, recuerdos y viejas fotografías de familia.

*Se recomienda ver en Google Chrome en pantalla completa y con audífonos.*

Texto Hugo Roca Joglar
Coordinación y Diseño Carolina Castañeda Van Waeyenberge
Música Andru Bemis / Ilustraciones Roquet / Fotografías Archivo Familiar

1

Mamá,
Hoy sí nos matan

x

L

a Guerra Civil española estalló en Llanes, Asturias, cuando Dolores tenía 12 años. Manu, un primo segundo con el que bailaba valses, le dio su primer beso en el Sablón, playa de arena casi blanca. Dolores tenía un deseo vago de ser cantante de ópera. Cuando hacía bufandas bajo la supervisión de su abuela canturreaba arias de la Traviata. Era afinada y tenía facilidad para el sobreagudo. La guerra le quitó las clases de canto y la posibilidad de ir a la escuela. Pasaba los días tejiendo, escuchando la radio y yendo a comprar pan. Debía estar pendiente del cielo. Alerta de bombas y aviones. Lista para correr al refugio subterráneo, en donde podía pasar tres o cuatro días. Ahí leía novelas románticas. Nadie mencionaba a los muertos. Cada lamento se dirigía hacia cosas cotidianas, como lo triste que sería que ese año se perdiera la cosecha de cerezas. 

En 1938, los republicanos, ante la falta de soldados, reclutaron adolescentes. Manu, que entonces tenía 17, fue a la guerra. No sabía disparar una escopeta. En Llanes, a las seis y media, las campanas de la iglesia daban el toque de queda. Cualquier persona sin uniforme que saliera a las calles corría el riesgo de ser asesinada. Dolores no entendía nada sobre bandos, ideología, ambición, injusticia, leyes o estrategia. Su existencia se retrajo a estímulos sensuales: a todo aquello que podía sentir. Se aferró, por ejemplo, a los sonidos de la noche: Pasos furtivos, cañonazos, ladridos de hambre y barcos cortando agua. Fue a través de los sonidos que su alma, poco a poco, entendió la brutal realidad de sangre, odio, persecución y barbarie que la rodeaba. Veía los aviones volar tan cerca de su ventana que sentía que si sacaba la mano podría tocar un ala. A veces las bombas explotaban a metros de la casa y entonces bajaba a la cocina con un grito mudo: “mamá, ¡hoy sí nos matan!”. 

Pero la guerra terminó y Manu regresó convertido en hombre. 19 años. Espalda ancha. Y una incipiente pelusa marrón le cubría barbilla, carrillos y bozo. Contaba sus historias de guerra con mirada fría y pocas palabras. Dijo que lo capturaron los falangistas en la frontera con Cantabria. Que le dijeron “¡ahora tira por Franco o te matamos!”. Que aprendió a usar el rifle porque, para comer, no tenía de otra más que dispararle a un gato y asarlo. Todos en la familia dejaron de llamarlo “Manu”. La guerra lo convirtió en Manolo. 

El negocio familiar eran los libros. Una editorial variopinta que Luis, el abuelo de Manolo, había fundado en Llanes a finales del siglo XIX. Publicaba desde novelas de Tolstoi hasta una monografía sobre ortigas. Manolo entró a la editorial. Tomaba las órdenes. Era un trabajador infatigable. Serio, persistente y responsable. Ascendió con rapidez. Hacia 1941 ya era el administrador general. Dolores se volvió arisca durante los primeros años de la posguerra, que coincidieron con su adolescencia. Atendía la sección de ropa femenina en una tienda departamental. Pasaba los días doblando blusas y mostrando faldas. Por las tardes se encerraba en su cuarto. Con sus padres era gélida y monosilábica. De vez en cuando tejía: Bufandas, calcetines, suéteres y fundas para almohadas. Dejó la música. Ni siquiera tarareaba. Inmersa en sí misma, olvidada de las canciones, se le fueron los 15, 16 y 17 años. 

A los 18, en 1942, se operó en ella un cambio notorio. Escondía cartas bajo el colchón de su cama. Se sonrojaba y, sola, le sonreía a la nada. El secreto de Dolores era Manolo. Él la cortejaba. Ella intentó decir no, pero su cuerpo tendía hacia ese joven con una fuerza irrefrenable. Dejó de resistirse. El corazón se le llenó de ilusiones. Temía un escándalo. Su mamá intuyó lo que sentía y habló con ella. Le dijo que su parentesco sanguíneo con Manolo era de segundo grado. Que si querían estar juntos, nada debía preocuparlos. Dolores y Manolo se casaron en agosto de 1944. Rentaron un pequeño piso en el puerto. La ventana de su cuarto daba a las grises aguas del Cantábrico. A ella le gustaba ver el mar e imaginar que allá, muy lejos, estaba Inglaterra. Dejó la tienda departamental y se dedicó a los asuntos de su incipiente hogar. A mediados de 1946 supo que estaba embarazada. Nació una niña; le pusieron María.

Asturias

Madiedo, Asturias

Picnic en Asturias

Durante
la guerra

llanes, asturias

Juntas vecinales

2

aventura Trasatlántica

x

E

spaña estaba rota. A nadie interesaban los libros. La mayor parte de la clientela de la editorial vivía en la América iberoamericana. Sobre todo en México, donde se establecieron a principios de los 30, antes de la guerra, varios asturianos. Ellos le escribían a Manolo que España iba hacia una ruina de escasez y rapiña. Que debía dejarla. Que llegara a tierras mexicanas. Que ahí lo recibirían como si fuera su casa. La decisión era lógica: ir a la tierra que le daba dinero, y pasional la fuerza para poder ejecutarla: arrojarse a la aventura trasatlántica. Dolores opuso moral y sentido de pertenencia: “¿qué clase de traidores seremos si abandonamos nuestra patria justo ahora, cuando ha sido atravesada por la espada?”. Pero de la España que recordaba no quedaba nada. Fosas clandestinas, falta de pan y venganzas. Era yermo todo aquello que había prodigado nacimientos. 

Dolores, Manolo y María abordaron en Lisboa el trasatlántico “Paloma” en septiembre de 1950. En el mar, durante tres meses, en sus camarotes de segunda clase, transcurrió su vida. Manolo jugaba ajedrez con el capitán mientras Dolores amamantaba a su hija y la tendía desnuda en la proa para que el sol la bañara. Las noches de domingo se celebraba en el salón la cena de gala. Globos, ginebra, flores, parejas y música en vivo de Frank Sinatra. Llegaron a Veracruz una noche de diciembre. La primera impresión de Dolores fue un viejo pescador cantando con su guitarra una plegaria de amor desesperado ante el Atlántico. Un coche negro los llevó a la ciudad de México. Llegaron de madrugada. Los esperaba un amigo del padre de Manolo. Les consiguió un departamento a tres cuadras del Zócalo. 

A Dolores los mexicanos la hicieron sentir inflexible y antigua. No sabía cómo explicarlo, pero era algo relacionado con la sangre. La de ella pertenecía a un país milenario. Podía sentir la pesadez del tiempo y las tradiciones tanto en sus ideas como en sus movimientos. Para Dolores, un día era una estructura planificada por la que caminaba sin sorpresas. Cualquier cosa que no resultara de acuerdo al plan le podía provocar una crisis nerviosa. Y de pronto se encontró rodeada de gente despreocupada y alegre. Curiosa y espontánea. Que iba al día sin ideas preconcebidas, ávida de sorpresas. La sangre de los mexicanos no tenía la condena del tiempo y las formas. La historia de su país había comenzado tan sólo 100 años atrás. Todo en él aún permanecía suelto e increado. Abierto hacia la imaginación y las propuestas. Era caótico y elástico: una tierra controlada por la dinámica de lo impensado. A Dolores le costó entender que una comida a las 4 nunca empezaría antes de las 5.30 y que al ratito podía significar el mes entrante. Sufrió y se enojó. A veces las distancias le parecían insalvables. Y sin embargo los mexicanos le sonreían tanto, con ojos tan sinceros, que terminó fascinada por el intercambio. 

Con Manolo, el impacto mexicano no tuvo estas sutilezas. Fue meramente práctico: cómo arrancar su editorial en el país nuevo. La estableció sobre Mesones y Bolívar, muy cerca de su casa. Rentó dos locales, uno para oficina y otro para vender los libros. No estaba solo. La unidad y organización de la comunidad asturiana en la ciudad de México era impresionante. A principios del siglo XX, los migrantes asturianos se establecieron en el centro. Abrieron panaderías, papelerías e imprentas. Fundaron, en 1918, el Centro Asturiano de México A.C (Asturiano). Organizaban en cafés torneos de billar y dominó. Extrañaban el bolo palma y el chapó. Antes, durante y después de la Guerra Civil (1932-1939) llegaron cientos de migrantes y el Asturiano se estableció como una auténtica comunidad. Se cobraron cuotas anuales y en 1945 fue inaugurada, en una casona en la colonia Roma, la primera sede oficial.

1928

STEAMBOAT WILLIE

featuring Mickey Mouse—becomes the first cartoon with the sound printed on the film,
and is the first notable success for Walt Disney Studios, founded in Los Angeles in 1923.

Original Sketch

Rare original layout drawing featuring Mickey
and Black Pete from Steamboat Willie.

Original Storyboard

This original page from the script of Steamboat Willie,
was found in Walt Disney’s files years after he died.

7
Emmy Awards
22
Academy Awards
19
Animated Features

3,000 B.C.

Shahr-e Sukhteh

A bronze-age pottery bowl depicts goats leaping
(Shahr-e Sukhteh, Iran).

30,000 B.C.

SHAHR-E SUKHTEH

A bronze-age pottery bowl depicts goats leaping
(Shahr-e Sukhteh, Iran).

1500 A.D.

Vitruvian Man

Leonardo da Vinci’s Vitruvian Man drawing shows
multiple angles, implying movement.

3

México,
Caótico y elástico

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fantasmagorie

is the first animated film using hand-drawn animation, and is considered
by film historians to be the first animated cartoon.

E

n esa vieja casona, los asturianos reprodujeron los recuerdos y añoranzas de su patria. El terror a perder su raigambre hizo que la trazaran privada y hermética. Nadie que no fuera asturiano podía ser miembro. El ambiente estaba encerrado en humo de puro. Predominaba el bable y la única voz que podía cantar era la de la gaita. Este espacio hostil y cerrado cobijó a la generación de migrantes asturianos que llegó durante los 50´s con un entrañable abrazo profundamente cálido. Gracias a ese abrazo, la segunda generación de socios del Asturiano (como Dolores y Manolo) ya no sintió el antiguo terror. Su cultura estaba segura. Y sin miedo de quedarse sin raíces, Dolores promovió que su hija se abriera hacia lo mexicano. 

Por las mañanas, María estudiaba la Independencia de México, leía sobre el dictador decimonónico Porfirio Díaz y bailaba huapangos. Por las tardes, en el Asturiano, aprendía bable, tomaba clases de gaita y veía fotografías de míticos campeones de bolo palma. En casa de sus amigos mexicanos comía tortillas con frijoles y se acostumbraba lentamente a los densos sabores del tamal y el atole. En las fiestas del club, había fabada y sidra. Se discutía sobre el significado del peculiar sonido de la nocturna coruxa (especie de lechuza) y se contaba la legendaria historia del loco de Llanes que por un mal de amores decidió congelarse en el río Navia. La nana de María, mujer de una comunidad oaxaqueña, invitó a sus patrones a los 15 años de su hija, quien se vistió con mantilla española y bailó con Manolo un vals interpretado por mariachis. 

Dolores quería que ciertas cosas en el Asturiano cambiaran, como que las mujeres tuvieran derecho de voto en la mesa directiva. E impulsó la construcción de un parque inspirado en la Asturias agreste, de montañas, Cantábrico, quesos de cabra y caminatas en el lodo con madreñas. Habló con cada socio y juntó firmas que representaban al 95 % de los miembros. Presentó el proyecto a la directiva y se aprobó por unanimidad. Compraron un terreno gigantesco (150 mil m2) cerca del Estadio Azteca y se construyó un parque deportivo entre la naturaleza. Tres albercas. Cuatro campos de futbol y 12 de tenis. Squash, frontón y pelota vasca. Una bolera (bar, bolo palma y cuatreadas). Pool, carambola, chapó y dominó. Una escultura de Don Pelayo en bronce de 6 metros de altura. Biblioteca y sala de exposiciones. Juegos infantiles con arenero. 11 jardines y una cascada. Dos cafeterías. Sala de lectura. Cine y un auditorio para banda de gaitas. Fue inaugurado a principios de los 70´s con el nombre de Parque Asturias. 

María conoció en la biblioteca del Parque a José Ricardo. Un hombre alto, con barba negra, que tocaba la flauta transversal y había dejado Asturias a los 3 años. Hablaron sobre Martín Luis Guzmán y Gaspar Melchor de Jovellanos. Joaquín Rodrigo y Silvestre Revueltas. Compartían una fascinación por la música clásica. Se casaron en 1976. Rechazaron la marcha nupcial y avanzaron hacia el altar con la “Promenade” de Cuadros de una exposición de Mussorsky. José Ricardo administraba edificios en el centro y una panadería. María estudiaba filosofía en la UNAM. Compraron, con ayuda de ambas familias, un departamento en Coyoacán. Cuando María, en 1985, terminó su licenciatura decidieron tener un hijo.

y bailó con Manolo un vals interpretado por mariachis.

1908

GERTIE THE DINOSAUR

A bronze-age pottery bowl depicts goats leaping
(Shahr-e Sukhteh, Iran).

1914

Felix the cat

Musical Mews and Feline Follies introduced Felix the Cat—often
considered the first animated movie star.

4

Mi Abuela Soñó 
Con Cantar Ópera

x

I

Nací el 20 de agosto de 1986 en el Hospital Español. Mi vida en la ciudad de México fue atípica gracias al Parque Asturias. Mamá me llevaba a las 3 de la tarde, tras haber comido con papá en casa. Supervisaba mis tareas escolares, que realizaba en el salón de trabajo: Un amplio espació adornado con cuadros (en la pared de la izquierda figurativos, en la de la derecha abstractos) y un enorme ventanal que daba a un jardín salvaje. Hierba crecida, enredaderas, tabachines y a lo lejos una cascada rodeada de piedra volcánica. Había un gato peludo y dorado. Acechaba a los pájaros y los derribaba con sus garras. Su ataque era infalible. Lo bauticé como “Escopeta”. A las 4.30 me iba a clase de natación (martes y jueves) y de gimnasia olímpica (miércoles y viernes). De 6 a 8 futbol (todos los días). Mamá me esperaba leyendo en la cafetería o a veces se iba y me recogía hasta las 9. En esas ocasiones, me dejaba 20 pesos para que cenara un vaso de leche y una dona. 

II
En 1995, cuando yo tenía 9 años, el Asturiano inauguró un irreal club campestre en la frontera del Estado de México y Morelos. 2 millones 300 mil m2 de terreno. Toboganes. Boliche. Tres campos de futbol. Alberca con olas. Montes privados. Un río artificial. Paseos a caballo. Carretelas empujadas por cabras. Un lago con gansos. También había un hotel. Pero a mí me gustaba ir a acampar con mis abuelos Dolores y Manolo. Él me hablaba de la guerra. Contaba historias de espías y estrategias. Y jugábamos a imaginar que nos quedábamos en el Asturiano después del cierre. Que no podíamos salir y debíamos pasar la noche ahí: Dormir a la intemperie, cubiertos con hojas, y prender con dos varitas una fogata. Meternos a la alberca bajo la luna, en la noche cerrada, y con piedras ahuyentar a los lobos. Me hablaba de Llanes. De su casa (reproducía de memoria el espacio de cada cuarto). De sus amigos. Del borrachín que de madrugada le cantaba horrendas serenatas a Lola, una mujer muy guapa, quien salía al balcón para aventarle agua. También contaba cosas que no eran ciertas. Que las olas del Cantábrico podían ser tan grandes que tiraban las nubes. Que una vez vio cómo se hundió un barco inglés y el perico que sobrevivió al naufragio voló derecho hasta su hombro. Mi abuela Dolores hablaba muy poco del pasado. Cosas escuetas y esporádicas. Casi todas relacionadas con la música. Que cuando era chiquita su papá la llevó a Oviedo a ver la Traviata. Que a ella le gustaba cantar frente al espejo las arias de Violeta. Que las campanas de la Iglesia de Llanes tenían un tañido especial, demasiado suave como para ser metálico.

En 1997 mi abuelo Manolo se cayó en el Asturiano, junto a las canchas de futbol, y se rompió el brazo izquierdo. No tuvo fuerza para recuperarse. Y la invalidez, la sensación de inutilidad, le desencadenó Alzheimer. Dejó de reconocernos. Aunque siempre supo quién era Dolores. Murió al poco tiempo y mi abuela quedó sola. Vendió el departamento del centro donde vivió 45 años con su esposo y compró uno en Coyoacán, cerca de nuestra casa. Yo tenía 11 años y Dolores se entregó con entusiasmo a mis actividades. Me llevaba a clases de natación y ajedrez. Esperaba tejiendo. Pero la adolescencia me alejó de ella. Fiestas, novias y ansia de independencia. Dejé de llamarla y desprecié las idas a acampar al Club Campestre. Su vida había sido una dedicada al servicio de los otros. Su esposo, su hija y su nieto. Cuando su nieto ya no la necesitó, se abandonó a la tristeza. No tenía plan B. Y murió sola en diciembre del 2000 durante el sueño.

Nosotros

Manolo

x
x

Manolo
Dolores
María
J. Ricardo
Hugo
Nosotros

Dolores

Explicación
x
x

Manolo
Dolores
María
José Ricardo
Hugo
Nosotros

María

The phenakitoscope featured spinning disks reflected in mirrors that
made it seem like the pictures were moving.

Manolo
Dolores
María
 José Ricardo
Hugo
Nosotros

José Ricardo

The zoetrope was a hollow drum that housed images on long interchangeable
strips that spin and made the images appear to move.

Manolo
Dolores
María
José Ricardo
Hugo
Nosotros

Hugo

The flip-book, also known as the kineograph, reached a wide audience and is credited
with inspiring early animators more than the machines developed in this era.

Manolo
Dolores
María
José Ricardo
Hugo

1937

SNOW WHITE

Walt Disney releases Snow White and the Seven Dwarfs, the first animated
feature to use hand-drawn animation.

FIRST HAND-DRAWN

Did you Know?

The voice of the Wicked Queen, was able to achieve 
the raspy Old Hag’s voice by removing her dentures.

Fun Fact

It took almost two years to come up with 
the final renderings of the Seven Dwarfs.

5

Fortalezas 
En La Arena

x

III

 Cuando terminé la preparatoria, estudié periodismo y me acerqué por mi cuenta a la música electroacústica. Seis años absorto en el estudio. Invertí seis años en aprender el oficio de escribir no ficción y dominar una técnica sonora, buscar idiomas musicales y desarrollar una estética propia. Me olvidé de cualquier otra cosa. Hasta dejé de ir al Asturiano. Al culminar la carrera (2009), sentí la sensación de orfandad que había dejado dentro de mí la muerte de mi abuela. Habían pasado casi 10 años. 10 años de haber evadido un vacío que se fue intensificando en una parte oscura de mi alma. Y ahí, olvidado, se hizo amargo. 

IV 
Regresaba al pasado y encontraba ausencias de las que no había sido consciente. Recordé cosas que llegaron a mí cubiertas con nuevos y lúgubres significados. Por ejemplo, a mis amigos de la escuela contándome su fin de semana encerrados en un departamento y yo sintiéndome raro y ajeno al hablarles sobre mis tardes en el Asturiano nadando al aire libre. También recodé que mi relación con mis amigos del Asturiano nunca iba más allá de compartir el bolo palma y el billar, el sabor de las fabes, la familiaridad con el bable y el sonido de la gaita. Nunca hablaba con ellos sobre sentimientos. Ni sobre miedos o pasiones. A nadie pude contarle sobre mi obsesión por Brahms y su trágica historia en la que nunca pudo declararle su amor a Clara Schumann por el respeto inmenso que sentía hacia Robert, su maestro. Y no es que me diera pena compartir mi intimidad. Sólo que con mis amigos en realidad nunca sentí pertenencia, que compartiéramos algo que trascendiera al juego, al cansancio físico o a imágenes y sabores comunes. Así que de pronto, a los 24 años, mi falta de identidad me derribó. Nada era totalmente mío. Ni las formas de la ciudad. Ni mis amigos. Ni siquiera una rutina dominical tan simple como ir a la plaza de toros. Entonces me obsesioné con una idea: si vas a España se van a resolver tus problemas de identidad como por arte de magia. Pasé una temporada en Asturias (Oviedo y Llanes) con la ilusión de quedarme, de encontrar mis raíces y ser un hombre completo. Nada fue como esperaba. No me sabía siquiera el himno nacional de España. Y todas las cosas que yo sentía como asturianas no coincidieron con Asturias. Imaginé el Cantábrico más alegre y el Sablón más soleados. Y a los asturianos menos rígidos y más imaginativos. Ni siquiera existía la casa de mi abuelo: había sido demolida para construir un edificio de departamentos.


Cuando regresé de España, en 2011, mi mamá me dio una caja con varias cosas que pertenecieron a mi abuela, entre ellas un video en donde aparece en el Asturiano canturreando un aria (Sempre Libera) de la Traviata. Yo, bebé, estoy cerca de ella, construyendo en el arenero una fortaleza.

6

El Sonido Convertido En Materia

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VI

En la electroacústica, el sonido se convierte en materia. Lo manipulas con herramientas tecnológicas. Y puedes cambiar su morfología, desde la altura hasta el timbre. Es una labor escultórica. No necesitas de una orquesta para escuchar el resultado. Le das forma en relación directa con el resultado. Y tu materia prima, las grabaciones, son en sí mismas una metáfora de tu realidad que adquiere una brutal contundencia. 

VII
El Asturiano me dio la posibilidad casi fantástica de crecer en un bosque de cascadas y albercas en una ciudad de 12 millones de habitantes, alta delincuencia y tránsito pesado. Esa vida atípica en la naturaleza se la debo a mis abuelos y a todos los migrantes asturianos. Lo que reprodujeron en México no fue Asturias sino sus sueños. Yo represento los sueños de mi abuela. Ella soñó con ser cantante de ópera y yo ahora compongo música. Ella, en una urbe sucia y estruendosa, soñó con agua e imágenes silvestres, como la de un gato saltando sobre una paloma. Y todas esas cosas son las imágenes más vívidas de mi alma. Las necesito cerca para sentirme en casa. 

VIII
Ahora vivo en Nepantla, en la frontera entre el Estado de México y Morelos. Todos los días camino 20 minutos por el monte y llego al Club Campestre Asturiano. Ha cambiado un poco. Tiene un campo de golf y hotel nuevo. Pero es el mismo lugar con gansos en el que acampaba con mis abuelos. Dedico mis días a grabar los sonidos de esta onírica Asturias mexicana, que es mi patria. Grabo cualquier cosa: el canto de los pájaros sobre un fondo lejano de un tráiler repleto de cerdos y maíz o el río artificial que fluye cerca de niños de cara sucia que hablan sobre Iker Casillas. Manipulo esos sonidos. Alargo o encojo. Los esculpo de tal manera que se mezclen de formas inesperadas (a veces brillantes, otras trágicas) en torno al canto de mi abuela (su canto un tanto tímido, agudo y afinado) entonando el aria de libertad de Violeta, que se repite una y otra vez hasta desvanecerse en el tañido de la campana de sus recuerdos de Llanes: demasiado suave como para ser metálica.

5

Fortalezas
en la arena

x

1960

FlintsTones

Hanna-Barbera releases The Flintstones, the first animated
series on prime-time television.

6

El sonido
convertido en materia

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1960

FlintsTones

Hanna-Barbera releases The Flintstones, the first animated
series on prime-time television.

1961

Yogi Bear

The Yogi Bear Show, a spin-off of Huckleberry Hound
(another Hanna-Barbera production), debuts on national TV.

ACADEMY AWARD WINNER

Best Short Film

1964

The Pink Phink

DePatie-Freleng Enterprises wins the Academy Award for Best Short Film
for The PinkPhink (of the Pink Panther series) and continues to
create shorts for theatrical release.

1964

Fritz the Cat

Fritz the Cat is released—the first animated
adult (X-rated) feature film.

1964

FRITZ THE CAT

Fritz the Cat is released—the first animated 
adult (X-rated) feature film.

6
1980 – 2014

Modern
American
Era

The CGI (computer generated imagery) revolutionized animation. A principal difference of CGI animation compared to traditional animation is that drawing is replaced by 3D modeling, almost like a virtual version of stop-motion. A form of animation that combines the two and uses 2D computer drawing can be considered computer aided animation.

1984

The Adventures of Andre & Wally B

This short film was the first fully CGI-animated film,
created by The Graphics Group, the precursor to Pixar.

1964

THE ADVENTURES OF ANDRE & WALLY B

The Adventures of Andre and Wally B., the first 
fully CGI-animated film short

1987

The simpsons

The Simpsons is an American adult animated sitcom created by Matt Groening for the Fox Broadcasting Company. It is the longest-running American sitcom, the longest-running American animated program, and in 2009 it surpassed Gunsmoke as the longest-running American scripted primetime television series.

LONGEST-RUNNING

American
Animated
Program

FIRST FULLY

Computer Animated Feature

1995

Toy story

Toy Story, the first fully computer-animated
feature film, was released.

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